Los bienes culturales son bienes singulares. En ellos confluyen diversas titularidades y múltiples valores. En muchas situaciones las esferas pública y privada se yuxtaponen pues, en cierta medida, dichos bienes definen los rasgos de nuestra conducta e identidad. Nos indignamos —como si fueran bienes de nuestra propiedad personal— cuando algún plato de nuestra cocina pretende ser apropiado por otro país o cuando un sitio arqueológico es destruido. Sin embargo, ¿están dadas las reglas para aprovechar su potencial con el mismo ímpetu?
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Derechos del patrimonio cultural de la nación N° 64
S/30
Juan Pablo de la Puente Brunke
- Edición: Febrero 2023
- Páginas: 198
- Formato: 14.5 x 20.5
- Papel: Salmón
- ISBN: 9786123178246
- Tapa: Rústica