En la actualidad, el país afronta una grave situación de inseguridad por la alta criminalidad que se presencia en el día a día: un alarmante crecimiento de extorsiones, cobro de cupos generalizado -hasta en agravio de instituciones educativas-, sicariato, asesinatos, asaltos y robos a plena luz del día. Todo ello sin capacidad de control por parte del Estado, cuyo sistema policial evidencia una estructura y organización ineficiente -desde hace más de tres décadas-contra la criminalidad; asimismo, con un sistema de justicia que no cumple con el ejercicio auténtico de autoridad y su rol de servicio público al permitir la impunidad de la criminalidad; con un sistema de Códigos Penal y Procesal Penal que no responden a la necesidad, utilidad y oportunidad de la sanción penal; con un sistema penitenciario que omite su rol de reinserción social y propicia un circulo vicioso de criminalidad, y con un sistema migratorio cuyo régimen de registro, control, monitoreo y sanción a los extranjeros que delinquen es deficiente. Frente a esta situación, ha llegado el momento crucial de reconocer que, en el Perú, lo más importante y urgente para construir un proyecto nacional es la «seguridad, Para cumplir tal objetivo, presentamos nuestra propuesta de seguridad 2026-2030 con base en cinco pilares esenciales, principalmente: una reforma policial que plantea reestructurar la Policía Nacional y la Policía de Investigación Criminal, con el fin de brindar una acción policial mucho más eficaz; una reforma del sistema de Justicia a fin de que el MP, el PJ y el TC cumplan su rol y un auténtico ejercicio de autoridad para acabar con la impunidad; una reforma del sistema de Códigos, que aplique sanciones penales necesarias, útiles y oportunas, y una reforma del régimen migratorio, que agilice las expulsiones y erradique la criminalidad extranjera.