Las historias , las buenas especialmente, crean cambios en nosotros y lo hacen porque todas ellas tratan sobre resolver problemas. Los juicios no son diferentes. Ellos versan justamente sobre historias: la que construye la parte acusadora y, lógicamente, la que se debe elaborar la defensa.
Benji Espinoza lo entiende así. Nos cuenta una historia apasionante en este libro, donde narra la historia de la oratoria jurídica desde los lejanos tiempos de Sumeria y la Grecia de Sócrates, Platón y Aristóteles.