El feminicidio es la expresión más extrema de la violencia contra la mujer, se trata de la muerte de mujeres en contextos de discriminación estructural, relacionadas de género jerarquizadas y legitimada a través de la perpetuación de estereotipos de género y patrones socioculturales arraigados en nuestra sociedad y cultura que ubican a las mujeres en una posición de subordinación y constituye una modalidad de la violencia basada en género.
Por consiguiente, matar a una mujer porque quebrantó o incumplió un estereotipo de género, que le fue impuesto como patrón de comportamiento obligatorio, la coloca en una situación de subordinación y discriminación frente al hombre.