El contrato de compraventa de acciones es un acto complejo; no es un acuerdo cualquiera que se reduzca a la fórmula tradicional de los contratos de intercambio y a las prestaciones de dar básicas que ese tipo de contratos contiene. Se trata, por el contrario, de un contrato que implica la adquisición de una compañía o sociedad que, como tal, tiene activos, pasivos, patrimonio, asuntos financieros y tributarios, relaciones laborales, temas de propiedad intelectual e industrial, aspectos comerciales y contractuales de todo tipo, así como proveedores, mercado, riesgos y contingencias, todo lo cual debe considerarse tanto en las negociaciones preliminares como en el texto del documento contractual. Además, se trata de una operación jurídico-económica en la que juega un rol preponderante el proceso denominado due diligence o debida diligencia, mediante el cual el comprador revisa toda la información relativa a la compañía objetivo (target company), solicitada previamente con el propósito de conocer y determinar el estado de aquella en lo que a los aspectos antes mencionados se refiere. El autor realiza un estudio exhaustivo y riguroso de esta importante temática sobre la base de su profundo conocimiento y experiencia profesional como asesor en múltiples operaciones de compraventa de acciones.
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